miércoles, agosto 24, 2005

luna de miel

Mi pobre Lulú, tan flaca tan sola, tomando café espera a su chavo.

Me invita a su casa, me invita a comer, me cuenta su viaje de luna de miel.

Más flaca y más sola, bebiendo su té, recuerda la historia y cómo le fue en todos sus viajes de luna de miel.

Se me hace querido, me dijo una vez, que me hice pendeja, pues no supo a miel.

Desde hace diez años conozco a Lulú y sigue en el viaje de luna de miel.