lunes, agosto 29, 2005

ripio

La Lola me lame los labios.

miércoles, agosto 24, 2005

luna de miel

Mi pobre Lulú, tan flaca tan sola, tomando café espera a su chavo.

Me invita a su casa, me invita a comer, me cuenta su viaje de luna de miel.

Más flaca y más sola, bebiendo su té, recuerda la historia y cómo le fue en todos sus viajes de luna de miel.

Se me hace querido, me dijo una vez, que me hice pendeja, pues no supo a miel.

Desde hace diez años conozco a Lulú y sigue en el viaje de luna de miel.

martes, agosto 23, 2005

anda

¡Juímonos…! ¡Anda, Lucía!

martes, agosto 16, 2005

conejito

Yo no quiero ser tu padre, yo no quiero ser tu madre, yo no quiero ser pariente, ni siquiera un buen amigo; yo lo que quiero contigo es asunto muy aparte: picarte el ombligo es lo que aspiro yo tanto, y por eso yo te escribo para ver si lo consigo.

lunes, agosto 15, 2005

por cigarros a Hong Kong

Que se fue poco antes del otoño, que se fue cierto día como hoy, que se fue y han pasado tantos años, que se fue por cigarros a Hong Kong.

Que se fue cuando ella sacudía, como siempre bostezándole al jarrón. El señor sólo dijo no me tardo, y se fue por cigarros a Hong Kong.

Que se fue sin la foto de los hijos, que se fue y al menor no conoció, que se fue sin dejar el buen ejemplo, que se fue por cigarros a Hong Kong.

Que se fue, y después de un largo viaje, regresó al bostezo y al jarrón, y encontró todo puesto como estaba y volvió por cigarros a Hong Kong.

jueves, agosto 11, 2005

El personal

La conocí en La Central, por la calzada siguiendo sus pasos me perdí; en San Juan de Dios la volvía encontrar y en el mercado me la ligué: la tome de la cintura y le dije dulcemente "dame un besito, no seas ranchera": le compré un par de huaraches, un collar de tejocotes, le invité unos pepinos; en la Plaza Tapatía nos persiguió un policía, y en el Hospicio Cabañas le dimos rienda suelta a nuetro vicio; nos subimos al Parvial, vistamos la Catedral; paseamos por todo el centro: caminamos por la Juárez, por el cine Variedades; en la Alemana nos tomamos unos tequilas y entonces se le abrió el apetito: la llevé a los antojitos (le brillaban los ojitos) se comió cuatro tostadas, ocho sopes, un pozole, tres tamales con atole y diez estrellitas heladas, y ahí me dijo "tengo antojo de una jericaya".

En Guadalajara fue donde me enamoré.

lunes, agosto 08, 2005

breaking us in two

You don’t do the things that I do, you want to do things I can’t do.